Segunda vuelta pese al ego

David Foronda H.

5/4/20252 min leer

En estos días se habla del ego, sobre todo de quienes desean llegar al sillón presidencial o, en resumidas cuentas, al poder. Inicialmente recuerdo que ego, en el lenguaje coloquial, se usa para señalar el exceso de autoestima o la tendencia de un individuo a estar demasiado centrado en sí mismo, Es decir que tiene un amor excesivo por sí mismo, lo que lo convierte en una persona egoísta y que solo está pendiente de su propio interés, sin tener en cuenta los intereses de los demás que le rodean. Por cierto, el ego está también vinculado a otras palabras, como ególatra, egocéntrico, o narciso. Ahora bien, fuera del ámbito cotidiano, ego (o yo) es un concepto usado con diversos sentidos en psicología, filosofía o religión, de acuerdo a la definición al respecto.
Lo anterior viene a propósito del actuar, de las acciones, de aquellos que creen estar predestinados para ocupar la máxima magistratura en el país, y solamente les interesa hacer ver o creer que cada uno tiene el remedio y la “varita mágica” o “la llave” para solucionar los problemas por los que atraviesa Bolivia, se dice, a raíz del errado manejo del aparato público por parte de los últimos gobiernos. Pero los pretendientes, no llegan a convencer a plenitud a los votantes, hasta hoy. En sus intervenciones no se refieren a las cruciales dificultades por las que pasa, sobre todo, la población más necesitada que, en suma, constituye la mayor parte del capital humano de la nación.
Sobre el particular, el Ing. y analista Héctor Antonio Uriarte sostiene que “la verdad es que los candidatos hasta hoy solo están mostrando su ego, nada más, y no tocan los problemas de fondo, por ejemplo relativos a cómo solucionar el desempleo, poner freno a la inseguridad en la que se debate el ciudadano de a pie, la falta de una excelente atención médica en la parte estatal, la mejora de las rentas míseras que perciben los jubilados y la correcta administración de los recursos económicos de los trabajadores, manejados hoy por la Gestora, así como la necesidad de una eficiente Caja Nacional de Salud, que también es obra de la clase laboral, y mucho más, pero solo se dedican a mostrar talantes y ofrecer el oro y el moro”.
Exponiendo simplemente su ego ante el pueblo boliviano no conseguirán gran cosa y lo más que podrán lograr será que haya una segunda vuelta electoral, donde solo les quedará verse las caras, y recién pensar en unirse para la consecución de la victoria en las urnas. “Doy mi cabeza por cuanto, al observar la situación como está habrá segunda vuelta y es de esperar que entonces dejen de ser tan egocéntricos o egoístas”, puntualiza en forma tajante. Ante ello dirán muchos “no deja de tener razón”. En fin, “son tiempos de puro ego”.