Poner el hombro

David Foronda H.

2/20/20252 min leer

“Poner el hombro” es una expresión idiomática que se utiliza en muchos países de habla hispana. Significa, ayudar o apoyar. Cuando alguien “pone el hombro”, está dispuesto a ayudar a otra persona en una tarea o situación difícil. Esta frase es una expresión utilizada para pedir u ofrecer ayuda, colaboración o apoyo. Asimismo, se entiende como trabajar activamente o contribuir al logro de un fin. En algunos contextos también puede significar tomar responsabilidad o hacerse cargo de una situación o tarea. Por ejemplo, hace años, cuando el vecino país argentino atravesaba por una situación realmente dramática, como pasa hoy en el país, la Redacción del diario “Clarín”, publicó:
“En silencio, siempre en silencio. Hombres y mujeres todas las mañanas se levantan para tomar dos, tres o cuatro colectivos para ir a ponerle el hombro al país; para que sus hijos tengan una vida digna, para que esos chicos sientan orgullo por sus padres que del trabajo hacen una vocación de vida. En silencio, siempre en silencio. Médicos, ingenieros, enfermeras, docentes, estudiantes, obreros, pescadores, científicos, empresarios, amas de casa, almas solidarias que construyen un país, que lo hacen crecer, que lo hacen revivir todos los días. Pero siempre en silencio, sin el ruido de los políticos acomodaticios ni de los sindicalistas venales ni de los opinólogos todoterreno ni de los jueces que se apartan de la Justicia en forma escandalosa. El bajo perfil es lo que los une, lo que los identifica, lo que los caracteriza. No buscan las luces y no buscan la fama, sino el bien del prójimo, la felicidad del otro. Desprecian el escándalo de los famosos, rechazan la falsedad y el halago fácil. Hombres sacrificados, mujeres emprendedoras que, en silencio, se aferran a lo que más aman: a su familia, a sus hijos, a sus amigos; sin luces, sin falsas estridencias, sin ruidos molestos para el alma. Son hombres y mujeres aferrados a la vida, a una vida plena, trascendente, iluminada, pacífica. Porque eso es lo que importa, ganar el respeto de los demás a través de las buenas obras. Pero en silencio, siempre en silencio”.
Aquí, nuestra gente “le pone el hombro” al país, al soportar cada día: el alza de precios de los productos, la pérdida del valor adquisitivo de los sueldos, la escasez aguda de empleo, hacer filas para lograr atención médica, durmiendo en las aceras o para inscribir a los hijos en escuelas fiscales, la inequidad en la renta de jubilación, pues pocos perciben el 100% y los demás solo irrisorios montos, la inseguridad por la delincuencia, etc. Así se le pone el hombro al país, lo que no es valorado plenamente por la denominada “clase política”, opositora u oficialista.