Personalistas en política

David Foronda H.

10/3/20252 min leer

El martes 2 de este mes, Carlos Hugo Molina, en un artículo de opinión llama a la reflexión a quienes ocuparon los tres primeros lugares en las elecciones del pasado 17 de agosto. Dice: “Nunca, desde la recuperación de la democracia el 10 de octubre de 1982, se había presentado una oportunidad como la que tenemos en este momento para superar las dificultades a través de un acuerdo político. Resulta evidente que las fuerzas que ustedes lideran no tienen divergencias ideológicas, y el MAS como antagónico, no será quien plantee empantanamiento parlamentario con sus 3 diputados, viniendo de mal gobernar con 70 y que el 7 de noviembre, ingresan en vacación colectiva por 5 años. La propuesta que ustedes propusieron era lograr un modelo de gestión distinto al ejecutado por el MAS, y el pueblo ha decidido que así sea”.
Agrega que “en estas palabras no existe ingenuidad, pues si era cierto lo que ustedes dijeron que la situación de la sociedad, la patria y el Estado estaban en crisis terminal, ahora nosotros, habiendo cumplido nuestra parte en paz y madurez, podemos exigirles que los acuerdos, después de la 2da. vuelta, superen las evidentes diferencias personales, la ch´ampa guerra y los desencuentros desabridos, Amalaya, en favor de los más desprotegidos. Como lo hizo, en otra guerra, José Miguel de Velasco en favor de José Ballivián. Al tiempo de compartir que este artículo cuenta con el apoyo del equipo del CEPAD, y reconoce el trabajo de Acción Social, Tarija Dialoga, Erwin Aguilera Antúnez y de muchos ciudadanos anónimos dispersos en el territorio y preocupados como ustedes por el futuro, les recuerdo la disponibilidad existente en el conjunto de la sociedad para aprovechar esta sorpresa electoral que puede abrir un nuevo ciclo”.
Que se sepa, hasta el momento no hubo una postura clara sobre dicho clamor, dando a entender que el personalismo es lo que guiaría su accionar. Personalista es alguien que se guía principalmente por sus intereses personales o que busca destacar o afirmar su propia individualidad frente a los demás. En el plano político, es el seguidor personalista que prioriza la figura de un líder, sus ideas y su forma de pensar, antes que los principios de un partido o una ideología.
A su turno, Pilar Ferrer, profesora de Filosofía en Europa, sobre la crisis actual, refleja lo dicho por un entrevistado: la crisis es de actitud personal, de la verdad, de confianza. Todo está en el corazón y en las conciencias de las personas. Por eso damos palos de ciego cuando interpretamos la crisis como económica, financiera o política. Si la crisis está en la persona, la solución está en la persona. Tendrá que producirse un cambio de actitud personal. La crisis es total y por eso la desorientación está también en la Iglesia. ¿Dónde no hay crisis? La hay en todas las instituciones. Todo lo que es público y es institución está en crisis. Hay que dejarse arrastrar por esos valores que en el ámbito público están en crisis. Y tiene que empezar por la persona.
Está claro: mientras la actitud personal de los involucrados no cambie, Bolivia tendrá que seguir esperando, para plácemes de las fuerzas oscuras que tienen ingentes intereses en controlar todo un país y, por supuesto, de quienes, como siempre ocurre en la historia del país, hacen gala de una soberbia personalista o de grupo, y quizás partidaria.