No solo suben los precios

David Foronda H.

8/24/20252 min leer

No hablo solamente de los precios de artículos de la canasta familiar y de uso general, al decir que suben, aunque es una realidad que soporta estoicamente el pueblo en general, sobre todo la gente que tiene escasos recursos. Por ejemplo, una bolsa de papel higiénico que costaba 30 bolivianos, hoy no baja de 65 y eso que es de industria nacional. El jaboncillo colombiano o mexicano, que valía, la cuarta la suma 35 bolivianos, ahora vale 75. El shampoo de producción local, cuyo precio era de 18 bolivianos, en la actualidad no baja de 32. Prácticamente todo se duplicó de precio, debido a la crisis derivada de la escasez de dólares, moneda que en algún momento llegó hasta casi 20 bolivianos. Al respecto, los comerciantes alegan “hemos traído con dólar caro, por eso es que tienen esos precios’’, cuando la realidad es otra, ya que tenían almacenados tales productos, incurriendo en el terreno deleznable del agio y la especulación, además del ocultamiento.
Sobre “otros que suben’’, me refiero al escenario político o “politiquero’’ que, bien se puede decir, colmó la atención del país antes y tras las elecciones para elegir al nuevo presidente. Se habló bastante de todos los postulantes, los que fueron sometidos a la lupa ciudadana, la misma que no pudo decidir por quién sufragar y dejó esa tarea, se asegura, para último momento. Por supuesto que, acotan, “a último momento adoptaron la decisión definitiva de hacerlo a favor de Paz Pereira y su acompañante’’, lo que dejó sorprendida a la mayoría del electorado. Y por ahí se comenzó a ver que surgían los eternos “pasa pasas’’ y “paracaidistas’’ que, sin haber hecho algo por una u otra dupla de candidatos, empezaron a pegarse como sanguijuelas a ellos, con la finalidad de sacar la infaltable “tajada’’.
Entonces son otros rostros, con cuestionamientos o no, que podrían subir a los niveles de decisión de un país venido a menos en las últimas décadas, quizás como siempre lo ha estado. De ahí que ahora es cuando el ciudadano de a pie, a la espera de la segunda vuelta electoral, buscará hacerse escuchar con la esperanza puesta en que sean resueltos sus problemas y los del mismo país, con el fin de reparar el descalabro al que se lo llevó, por obra y gracia de quienes carecían precisamente de dotes de estadistas. “Otros suben’’ en las agitadas aguas de la política o “politiquería’’ nacional, y únicamente se aguarda que pueda ser en beneficio de la patria. Lo otro querrá decir que, como ha estado ocurriendo casi recurrentemente en Bolivia, nada más quieren vivir a costillas de la nación esmirriada y casi desfalleciente, como ocurre con ciertos dirigentes deportivos que viven del deporte, pero no para el deporte. Que la Divina Providencia guíe los pasos de todos por senderos de honestidad, sinceridad y desprendimiento.