Embanderamiento general

David Foronda H.

7/21/20251 min leer

Hasta hace un par de décadas las conmemoraciones de julio y agosto eran recibidas con fervor patriótico, algarabía y hasta emoción. El embanderamiento general que disponían las autoridades era cumplido de manera estricta. Embanderar todo edificio público o privado, viviendas, talleres, tambos, tiendas de barrio, etc., era una obligación, so pena de ser multados los infractores. Los gendarmes se encargaban de hacer cumplir la disposición mediante recorridos por la ciudad. No había muchos sancionados porque había fervor patriótico y civismo.
En últimos años se fue dejando de lado ese fervor ciudadano en cada 16 de Julio y 6 de Agosto, días de La Paz y la República de Bolivia. Se impuso la desidia y falta de ánimo patriótico, y entonces ya nadie “alentaba” a la colectividad para izar las enseñas paceña y boliviana, los inmuebles en general en las ciudades daban la impresión de estar abandonados. Algo parecido sucedió con las procesiones, que eran acompañadas por bandas musicales de la Policía y las Fuerzas Armadas, lo que por mezquindad fue prohibido, dizque “por ser un Estado laico”.
Las administraciones municipales tampoco hicieron algo para mantener ese espíritu ciudadano y se dejaron llevar por el vendaval de la indiferencia y la falta de iniciativas propias de autoridades. Sería bueno ver otra vez una urbe con “embanderamiento general”, lo que siempre será más alegre y que levanta la moral patriótica, así esto no sea compartido por muchos que quizás continúen soñando con el retorno a épocas pretéritas.
La Paz y Bolivia toda requieren volver a levantar el ánimo optimista y ferviente de patriotismo para enfrentar con decisión y coraje las situaciones difíciles a las que conducen malos gobernantes y autoridades de todo nivel. Bien se dijo que el país precisa estadistas y no simplemente “políticos” sin visión de futuro.