Beneficios de tener un can

David Foronda H.

7/24/20252 min leer

Camila Caruso en su nota “Los beneficios comprobados de convivir con un perro, según la ciencia”, da cuenta que instituciones médicas y universidades documentan cómo la relación cotidiana con estos animales incide en la calidad de vida de personas de todas las edades. Cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, fecha en la que se enfoca el impacto de estos animales en nuestras vidas.
Más allá de su lugar como compañeros, investigaciones científicas muestran que pueden influir de forma significativa en la salud mental, física y social de las personas, en todas las etapas de la vida. Desde la Universidad de California en Davis (UC Davis), los expertos señalan que “los perros, en particular, reducen el estrés, la ansiedad y la depresión, alivian la soledad, fomentan el ejercicio y mejoran la salud en general”.
En la misma línea, la Mayo Clinic destaca que los perros “fuerzan a las personas a moverse”. Según la institución, los tutores de canes son más propensos a informar ejercicio físico regular que quienes no tienen mascotas”, lo que mejora el flujo sanguíneo, fortalece músculos y articulaciones, y disminuye la rigidez corporal. Este ejercicio se traduce en beneficios concretos. “Caminar 30 minutos al día reduce el riesgo de enfermedad coronaria, osteoporosis, cáncer de colon y mama, y diabetes tipo 2”, detallan los especialistas de la clínica. Incluso ese nivel de actividad leve a moderada “puede ayudarte a alcanzar un sueño más profundo y reparador”. Esa actividad sostenida mejora no solo la condición física, sino también los niveles de ansiedad y depresión, se añade.
Otro estudio publicado en la revista PLOS ONE examinó los efectos psicofisiológicos de distintas actividades con perros sobre la actividad cerebral. Treinta adultos participaron en ocho tipos de interacción (caminar, jugar, alimentar, masajear, entre otras) mientras se registraban sus ondas cerebrales con electroencefalograma. Los resultados mostraron que acciones como jugar y caminar con el perro aumentaron los niveles de ondas alfa, asociadas a la relajación, y ondas beta, relacionadas con la atención sin estrés. El vínculo también tiene un impacto hormonal.
La Universidad de Harvard sostiene que, acariciar “suavemente a un perro puede desencadenar la liberación de oxitocina, la llamada hormona del amor”, y que esta interacción contribuye a generar “una sensación de pertenencia, conexión y satisfacción”. Las personas mayores también encuentran en sus perros una fuente de bienestar integral. El informe de la UC Davis subraya que los adultos mayores que tienen perros “reportan una reducción del estrés y la soledad, así como un aumento de la actividad y de la calidad de vida. En el caso de personas con Alzheimer o demencia, los perros contribuyen a “reducir la angustia, la soledad y la depresión”, según el mismo artículo. Y la Universidad de Harvard indica: “tener una mascota parece disminuir el riesgo de desarrollar hipertensión y puede mejorar el control de la presión arterial”.