A ojo de buen cubero

David Foronda H.

5/30/20252 min leer

La frase “a ojo de buen cubero” se utiliza para hablar de la acción de medir algo de una forma imprecisa, sin ayuda de algún tipo de peso o medida. Según diversas fuentes, el origen de la expresión está relacionado con el antiguo oficio de “cubero” (persona que de forma artesanal fabricaba las cubas –especie de bidones o tinajas– en las que se almacenaba el vino).La cuba era, además de un recipiente, una medida de capacidad; y ya que no existía o no se usaba en el oficio del que hablamos ningún tipo de artilugio para la medición, por tanto la exactitud de la capacidad de la cuba dependía de la pericia del fabricante (en este caso el cubero). De ahí que, primero en el ámbito rural, luego a nivel general, se comenzó a utilizar la expresión “a ojo de buen cubero” cada vez que alguien se refería a medir algo valiéndose únicamente de la percepción y de la vista.
Pues bien, ahora aplico lo relativo a ojo de buen cubero a otro campo. Sin necesidad de ser analista político consumado, menos diplomado o hasta doctorado en esta rama, sólo captando el sentir popular, señalamos con base en esas opiniones, que en el país la política o politiquería marcha de tumbo en tumbo. Atrás, muy lejos, quedaron las acciones de lo que otrora era un buen manejo de esta actividad que, sin que haya sido excelente, “fue mejor”, pues sus protagonistas mostraban “mayor decencia y sangre en la cara, e incluso mucha preparación intelectual”. Por ejemplo, los tránsfugas (quienes suelen pasar de un partido a otro, como si nada pasara) eran muy criticados. Quienes así procedían, caminaban desacreditados y eran el blanco de los señalamientos de la gente.
Por cierto, esto no ocurre en la actualidad, pues “son tan tapados que no les entra ni la bala ni la censura”, enfatizan al respecto las personas consultadas. Puntualizan: “a ojo de buen cubero” podemos afirmar que ningún grupo político y candidato responde a las reales necesidades de la población boliviana y la nación toda. Incluso hasta el TSE no demuestra la seriedad rotunda que antes demostraban otros directorios y de ello se aprovechan los entes partidarios, los mismos que, da la impresión, sólo persiguen sus intereses personales, angurrias, y satisfacer sus egos, así se tilden de izquierdas o derechas, supuestas por cierto.
De ahí que volvemos a ver más de lo mismo, quizás a los de siempre, o sea a quienes sólo viven de la política y del Estado, ya que cómo se explica que cambien de bando o camiseta, de un momento a otro, y hasta partidos políticos, que debieran ser entes serios y sólo sirven para alquilarlos o cederlos, quién sabe, a quienes dan ofrecimientos más “atrayentes”; lo que está a ojos vista, sin necesidad de mencionar siglas. Así que, “a ojo de buen cubero”, tal cual se deja sentir y entender dicha expresión popular, se la transmitimos a usted a grandes rasgos, mediante estas líneas.